La Guerra Civil en España (1936-39) - Pagina 2

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El Agente Consular en Málaga, Cav. Tranquillo Bianchi. En este clima de atrocidades y terror, un personaje providencial, el agente consular italiano Tranquillo Bianchi, montó una pequeña "Schienderlist" enteramente italiana que funcionó tanto con Málaga en manos del "Frente Popular", como cuando las tropas nacionalistas tomaron entrega de la ciudad después del 8 de febrero de 1936. Durante la época republicana, el agente consular Bianchi ocultó al obispo de Málaga con el párroco de San Juan en su propio Consulado. Llamada por radio a un barco mercante italiano ( Silvia Ticovit) , en la madrugada del 20 de septiembre de 1936, hizo transportar en secreto al alto prelado a Tánger acompañado por monseñor de San Juan y otros fieles 9 (entre ellos familiares del general Queipo de Llano), evitando así su incautación y deportación por bandas armadas republicanas 18 . Incluso después de la rendición de Málaga, durante las salvajes operaciones de " limpieza" realizadas por los nacionales, gracias a su conocimiento personal y fortalecido por la gratitud ganada con la fuga del obispo, logró interceder ante las autoridades militares y salvar a cientos de habitantes detenidos de Málaga y condenados a muerte por los tribunales militares de ocupación. El siguiente Informe Secreto del Cónsul de Sevilla Conti dirigido al Ministro de Asuntos Exteriores Ciano, del que se transcribe un extracto, describe con detalle la heroica conducta del Agente Consular Cav. Tranquillo Bianchi a favor de la población oprimida: « continúa en Málaga la represión a elementos comunistas, ejecutada en gran escala y con indiscutible dureza por parte del gobierno nacional. Se basa en medidas sustancialmente sumarias, más por el sistema expedito con que se ejecutan que por el procedimiento, al que la justicia militar se esfuerza por conservar cierta forma externa. Los acusados ​​son en su gran mayoría comunistas activos ~hombres y mujeres~ que no pudieron salir de la ciudad antes de que fuera ocupada por las tropas nacionales y que tienen que responder por delitos en su mayoría muy graves; hay sin embargo, entre de éstos, elementos grises que bajo la amenaza del terror se han dejado imponer y absorber pasivamente por el comunismo imperante. ..omisis…. La pena de muerte se impone no solo por asesinato y violencia, sino también por actos de sabotaje y devastación. Particularmente severa es la represión contra los Guardias Civiles y los Carabineros (correspondientes a nuestra Guardia di Finanza) que habían ofrecido sus servicios al régimen rojo… omissis…. En conjunto, desde la ocupación de Málaga hasta hoy ascenderían los fusilamientos, según las cifras facilitadas por el cav. Bianchi, a más de tres mil. La actuación de este agente consular para conseguir la suspensión de las ejecuciones absorbe la casi totalidad de su actividad diaria. Pude ver visualmente la lamentable escena que se desarrolla todos los días frente a la puerta del hotel donde vive: una multitud de familiares, mujeres, sacerdotes se acercan a él para interceder por los condenados a ser fusilados esa misma noche o al día siguiente. La intervención de Bianchi tiene un carácter más personal y privado y se basa en el indiscutible prestigio del que goza en los círculos locales de Falange, entre los funcionarios subalternos de las administraciones locales y sobre todo entre la población malagueña que no ve mucho en el un representante consular del gobierno italiano, así como, y sobre todo, uno de los primeros "squadristi" del movimiento nacional en Málaga. Lleno de coraje, generoso, desconsiderado, muy sentimental, teatral, Bianchi tiene muchos actos para complacer a los españoles del Sur.En esta manera actua Tranquillo Bianchi que tiene entrada libre en todas las cárceles de Málaga: él va a las secciones de condenados a muerte con una lista de nombres proporcionada por sus numerosos solicitantes y, a menudo, una breve conversación con el subdirector de turno es suficiente para obtener la suspensión provisional de la ejecución. En la noche del 6 de este año, por ejemplo, habiendo sido fusilado cinco minutos antes uno de sus protegidos ~para quien ya había obtenido una sentencia condicional~, Bianchi pudo obtener a cambio la vida de otros dos comunistas, elegidos al azar, que ya estaban literalmente frente al pelotón de fusilamiento. Para esta última «variación» bastaba el consentimiento del propio jefe de pelotón. Al día siguiente, los hechos son comunicernos que informan a sus superiores a través de la lenta y todavía desordenada burocracia judicial, mientras los condenados se trasladan a otra prisión, perpetuando efectivamente su situación un tanto incierta de “suspensión provisional” de ejecución. Como entiende Vuestra Excelencia, esta actuación de Bianchi no cuenta tanto con la adhesión de altas personalidades oficiales, que muy poco demostrarían que aprecian esta intervención directa en el ejercicio de sus poderes, sino que por el contrario actúa de abajo hacia arriba, penetrando entre las mallas y agarrando los agujeros de este singularísimo sistema de administración de justicia, ahora trágicamente y ahora bondadosamente aproximado. Lo cierto es que en este ambiente de revolución se reduce al mínimo el valor ético de la vida humana, de modo que incluso los asuntos graves en los que está en juego son tratados como asuntos ordinarios. Bianchi afirma que de tres mil condenados a muerte logró suspender la ejecución a favor de más de cuatrocientos, lo que representaría un éxito verdaderamente notable. Actúa principalmente bajo el impulso de su sincera emoción sentimental y la ambición de aumentar su popularidad. Sin embargo, sería deseable -en este sentido le di instrucciones precisas- que estas intervenciones suyas fueran más escrupulosamente escrutadas para evitar que caigan a favor de elementos demasiado seriamente disgustados por las autoridades gubernamentales, o que en todo caso no merece la protección fascista. También le aconsejé ser más reservado y abstenerse de expresar públicamente, con exuberante sinceridad, juicios que ofendieran la susceptibilidad de los elementos de gobierno, pudieran debilitar su posición y limitar sus posibilidades de movimiento. Es una lástima, en efecto, que por semejante imprudencia haya comprometido algo su influencia (en otro tiempo tan notable por estar ligada a motivos de gratitud personal) con el general Queipo de Llano. El cav. Bianchi, en un telegrama enviado directamente a Vuestra Excelencia, menciona un posible peligro de graves complicaciones políticas tras la excesiva dureza de la represión y denuncia que, a su juicio, la responsabilidad moral del gobierno fascista... omissis... En cuanto... a la supuesta corresponsabilidad del gobierno fascista en la represión, hay que señalar que en Málaga, donde, entre otras cosas, actualmente sólo hay ocho voluntarios italianos, la opinión pública sabe muy bien que el Gobierno Real se abstuvo de intervenir oficialmente en este campo para evitar cambios de autoridad, y que, si hubo una intervención puramente extraoficial y amistosa a través del trabajo personal de Bianchi, esto tuvo como objetivo limitar los excesos y aconsejar moderación. En definitiva, tengo la impresión de que la represión, indiscutiblemente necesaria en profundidad, ha sido tal vez excesiva. Una vez destruidos todos los núcleos del movimiento subversivo, creo que todavía se salvaría la España Nacional si en Málaga fueran fusilados unos cientos de comunistas menos, que mañana, bajo un gobierno fuerte y comprensivo, podrían ser reabsorbidos paulatinamente…..» 19 . Españoles e Italianos Franco temió inicialmente ver mermado su prestigio militar y se quejó a Mussolini de la conspicua presencia de las milicias italianas, reiterando que su petición de ayuda se limitaba únicamente al envío de aviones, medios de transporte, armas y municiones. El propio Franco se habría quejado de haber encontrado un ejército extranjero en su propio territorio, del que con gusto habría prescindido. Tras el éxito de Málaga, el futuro Caudillo tuvo que cambiar de opinión, también porque la presencia de las tropas de la CTV estaba íntimamente ligada a la donación de medios aéreos y navales concedida por la Italia fascista, que en la primavera de 1937 habría enviado a más de 35.000 hombres bien equipados con un grupo de Artillería de varios calibres y una unidad de Ingenieros. El Ejército del Aire italiano ya contaba con 14 bombarderos, 27 cazas y 21 aviones de reconocimiento con base en los aeropuertos con campos de aterrizaje de tierra de Soria y de Almazàn 20 . El ejército nacionalista español no siempre dio la bienvenida a la presencia masiva de italianos, a veces vistos como un ejército fascista que ocupaba territorio español. Su afán por obtener una victoria relámpago para sumar triunfos y laureles al Duce, llevó al error de juicio tanto del ejército republicano como del franquista. Además, por parte italiana no hubo una visión coherente de la situación real española, sin tener en cuenta la particular geografía y el clima ibérico: la subestimación eufórica de las capacidades bélicas del enemigo fue un grave error que los italianos pagarán muy caro en la campos de batalla para la presuntuosa conquista de Madrid. Las constantes disputas con el Estado Mayor español para imponer sus planes militares, el deseo de ser independientes y autónomos con sus unidades de ataque para poder presumir de triunfos propios para dedicarlos al Duce y a la Italia fascista, instauraron una actitud de desconfianza y molestia entre las altas jerarquías militares nacionalistas españolas. A nivel popular, los soldados italianos fueron objeto de burlas por sus uniformes impecables y elegantes por parte de los camaradas españoles a los que llamaron "señoritos de paseo en suelo español". Los soldados fascistas eran continuamente objeto de burlas por sus "plumas", por sus llamativos uniformes que vestían con ese aire suntuoso de los conquistadores y por rociarse constantemente con colonia. Los compañeros españoles, envidiosos de su elegante porte, se preguntaban: "¿Pero dónde se ha visto un soldado con perfume?". Las condiciones de los militares españoles, tanto nacionalistas como republicanos, eran muy malas y no era raro encontrarse con ellos medio descalzos o con las suelas de los zapatos hechas con cubiertas de neumáticos de camiones y recortadas como zapatillas por los enormes y vetustos cascos militares, sosteniendo enormes y antiguos mosquetes. Todo esto chocaba con la impecabilidad de la indumentaria de los italianos, así como de sus columnas motorizadas y modernos equipos que los hacían destacar frente al atraso y mal estado del ejército nacionalista. A pesar de los rumores goliárdicos, para muchos españoles los italianos eran considerados como personas muy educadas, correctas e impecables en su trato y comportamiento con los habitantes de las zonas que atravesaban, alcanzando altos niveles de confraternización con la población civil. Con las mujeres eran presuntuosos y altivos y hubo numerosos casos de corazones rotos a los que siguieron embarazos de mujeres solteras, cuyo único defecto fue haber creído en las fáciles promesas de estos encantadores italianos. Hay que decir, sin embargo, que muchos de ellos cumplieron su palabra y al final de la guerra se quedaron en España para criar a su propia familia y encontrar un trabajo honesto: prueba de ello son los apellidos italianos que se pueden encontrar en la península ibérica y que proceden de aquellos matrimonios mixtos que supieron transmitir a sus hijos y nietos los recuerdos de las proezas militares en España y su vínculo con la lejana Italia. Lamentablemente también hubo actos de maltrato, acoso y vandalismo entre la población, en su mayoría por la presencia entre las filas de los fascistas de muchos exconvictos y personas sin escrúpulos. 21 . El contrabando de ayuda italiana a la causa republicana española Un aspecto controvertido de la política italiana en el período del conflicto español fue la tolerancia interesada del gobierno fascista del comercio de bienes y productos italianos con el lado republicano. Este tráfico de material no existía oficialmente, pero eso no significaba que no ocurriera con cierta regularidad. El contrabando de materias primas para la industria, elementos y repuestos para la industria bélica, harina, azúcar, representó una fuente de ingresos para la pequeña y media clase muy ligada al fascismo y a la idea de hegemonía militar, pero también económica, sobre el toda la zona mediterránea considerada como una zona más o menos exclusiva. Se justificó que el envío de barcos mercantes a puertos republicanos, además de poder adquirir información sobre la organización de la guerra, también servía como vía de escape por mar para los refugiados que escapaban de la represión republicana, protegidos por la Marina Real Italiana. Sin embargo, es cierto que la mayor parte de este comercio clandestino se realizaba a través de Francia, utilizando los puertos franceses de Marsella o las rutas de conexión a través de los Pirineos. El carácter no oficial de este contrabando "asistido" se confirma en notas e instrucciones del Ministerio de Comunicaciones en las que se aconsejaba a los barcos italianos que potencialmente comerciaran con la República de España que evitaran el puerto marítimo de Marsella donde se realizaban controles con mayor frecuencia y atención. 22 La desastrosa batalla de Guadalajara En marzo de 1937, las tropas nacionalistas franquistas se centraron en la conquista de la capital y decidieron hacerlo por el norte por la ruta Madrid-Zaragoza, encomendando el sector nororiental de Guadaljara a las tropas de la CTV. El comandante en jefe de las fuerzas italianas fue el general Mario Roatta, mientras que el general Bergonzoli recibió el mando de las tropas empleadas en la operación con un total de más de 35.000 hombres (compuestos en su mayoría por milicianos fascistas), 4 escuadrones de tanques ligeros de combate Fiat Ansaldo. , 160 cañones de artillería, 1500 camiones y 4 bandadas de cazas Fiat CR32 para un total de 80 aviones desplegados en los aeropuertos de Soria y de Amazàn 23 . Para los generales italianos esta hubiera sido una oportunidad ineludible de demostrar a los anticuados generales españoles cómo las nuevas tácticas de guerra rápida, combinadas con el valor de las milicias fascistas, podían obtener una victoria rápida, fácil y segura, como la de Málaga. La audaz seguridad del Estado Mayor italiano se basó en análisis y valoraciones erróneos tomadas de las batallas de Málaga, donde el enemigo abandonó el territorio sin entablar una verdadera batalla en campo abierto. Además, la impaciencia de querer finalmente demostrar el valor y el poder de impacto de los propios Departamentos (en realidad carentes de oficiales profesionales y personal militar adecuadamente capacitados) no le dio a los servicios de inteligencia italianos la posibilidad de obtener la información correcta sobre el potencial de guerra del enemigo que ya contaba con el apoyo de las Brigadas Internacional y Mixta (incluida la Brigada Garibaldi formada por voluntarios antifascistas italianos) y una eficiente fuerza aérea republicana equipada con aviones de guerra rusos. Las malas condiciones meteorológicas de aquel inicio de marzo penalizaron aún más a las tropas de la CTV, que todavía vestían uniformes de lona inadecuados para el clima invernal de la sierra ibérica. El día anterior a la batalla, el 7 de marzo, el clima fue descrito como malo, con nieve, lluvia y fuertes vientos. Durante días, las tropas se habían quejado de que no recibían comida caliente. Muchas unidades habían pasado varios días inmovilizadas en sus vehículos al costado de la carretera intransitable sin guantes de lana ni pasamontañas. En la mañana del 8 de marzo de 1936, la artillería italiana inició la lucha con el martilleo de las posiciones republicanas. La aviación italiana no pudo ser utilizada por la impracticabilidad de las pistas de tierra, lo que no ocurrió con la republicana, desplegada en aeropuertos mejor equipados desde donde despegaba sin dificultad, convirtiéndose en una "as en la manga" para el ejército lealista. Cuando la histeria de la "Guerra Rápida" se manifestó con las órdenes de lanzar vehículos blindados contra posiciones enemigas, la CTV se mantuvo distanciada de las tropas españolas que debían enfrentarse a una niebla gélida con una visibilidad de unos cien metros en la única vía de avance, entre baches y baches en el camino y campos adyacentes llenos de barro y nieve que eran difíciles de cruzar incluso a pie. A pesar de las dificultades del momento, el frente nacionalista avanzó unos 10 kilómetros. Las fuerzas republicanas demostraron una coordinación eficiente y lograron el 12 de marzo bloquear el rápido avance fascista sometiéndolo a condiciones de combate extremadamente duras. Las comunicaciones entre el cuartel general distante a 80 km del área de operación, se vieron comprometidas y retrasaron las órdenes de combate, a veces mal entendidas. Fue un caos total que duró hasta el día 18 cuando Roata ordenó a Bergonzoli que diera la orden de retirada. Fue un caos total: los primeros medios de avance tuvieron que revertir su marcha encontrándose bloqueados y atrapados por las columnas detrás de las cuales en cambio continuaron avanzando. Los aviones rusos comenzaron a apuntar a las columnas italianas en dificultades de movimiento y a ametrallar a los soldados que no encontraban refugio en las desoladas extensiones de la meseta. Al término de la batalla las cifras oficiales hablaban de 340 soldados y 37 oficiales muertos en combate, unos 2000 heridos y 600 desaparecidos, mientras que entre las tropas nacionalistas españolas no hubo bajas. Con la derrota, surgieron serias dudas sobre la eficacia de la CTV y las explicaciones dadas iban desde la renuencia a entrar en batalla de numerosos "hombres de familia" canosos que se alistaban por el atractivo salario, hasta jóvenes voluntarios sin experiencia y sin formación en combate, a la ineptitud de numerosos oficiales subalternos que recibieron sus rangos en base a sus experiencias políticas y laborales anteriores e inútiles. También hay que decir que gracias a las difíciles condiciones ambientales en las que se encontraba la CTV en Guadalajara, muchos voluntarios que llegaban a España, engañados o no, para trabajar como colonos, quedaron exentos de la batalla, acusados ​​de enfermedades crónicas que curiosamente en el momento del alistamiento no fueron declarados. Los episodios de autolesiones para obtener una discapacidad de combate no eran infrecuentes. La batalla de Guadalajara marcó un paso importante para la intervención fascista en España y fue el lugar donde los italianos de las dos bandos opuestos se enfrentaron directamente en los campos de batalla, con el famoso episodio en el que unas tropas fascistas, al oírles hablar en italiano, confundieron una patrulla de reconocimiento de la Brigada Garibaldi con soldados de la División "Littorio". En una emboscada, las milicias fascistas se atrincheraron en el caserío Ibarra donde Luigi Longo (futuro senador del PCI) con megáfonos exhortó a sus compatriotas a rendirse con las siguientes palabras: “Hermanos, ¿por qué vinisteis a tierra extranjera a asesinar trabajadores? " . A pesar de las invitaciones de los compatriotas de Garibaldi, los fascistas no se rindieron y fueron asesinados en una amarga y dura lucha entre hombres que lucharon en vano por diferentes ideales, pero por una misma Patria. Se dice que tras la derrota italiana, muchos miembros del Estado Mayor de Franco brindaron por la victoria republicana, ya que habían demostrado "que los españoles, aunque fueran republicanos, siempre podían ganar a los italianos". Estos hechos facilitaron la supremacía política de un Franco ambicioso que pensó más en su satisfacción personal y antepuso sus objetivos personales a los estratégicos nacionales, pudiendo planificar mejor una batalla perfectamente coordinada con las ingentes tropas de la CTV y acabando así con la guerra civil cuanto antes con la conquista de Madrid 24 . Si bien las pérdidas en términos de vidas humanas y material bélico dejado en el campo fueron enormes, a nivel militar la tenaz y victoriosa resistencia de los republicanos no cambió la situación entre los dos campos. Una vez que llegaron a Roma las noticias y las valoraciones de la humillante derrota de Guadalajara, las nuevas órdenes no tardaron en ser emitidos. El general Roatta y los comandantes de División fueron destituidos y repatriados. El 15 de abril, el General Bastico fue nombrado Jefe de la CTV y se le unieron hasta ocho generales para la reconstrucción del Cuerpo. El contingente de Carabineros Reales se reforzó con otros 150 efectivos para que pudieran cumplir a cabalidad sus funciones de Policía Militar para evitar cualquier acto de insubordinación o indisciplina. Finalmente, se decidió repatriar a todos aquellos que se consideraban inútiles en los combates, especialmente presentes en la 1a y en la 3a Division de los “Camisas Negras” y del MVSN. El regreso de 2.255 heridos, 2.685 enfermizos y sobre todo la repatriación por motivos disciplinarios, mala aptitud física, profesional y moral de 3.719 hombres, incluidos 171 oficiales, ha supuesto la reincorporación de 1.500 soldados de formación profesional y una reestructuración orgánica de hombres y vehículos de todo el contingente de la CTV 25 . Esto demostró que Italia pretendía continuar el conflicto no como ayuda al ejército de Franco, sino como una tercera entidad beligerante, asumiendo sus propias responsabilidades de mando a pesar de lo prohibido por el "Pacto de No Intervención" de Londres y que por ahora no tenía poder y significado geopolítico. El nuevo objetivo de Mussolini tras la derrota de Guadalajara hubiera sido vengar a los muertos en combate, ahora que los italianos hubieran podido demostrar su valor en la batalla. Operaciones de guerra en el norte de España y la toma de Santander. Los nuevos arreglos llevaron a Franco a abandonar la conquista de Madrid y a idear una ocupación sistemática del territorio nororiental peninsular, lo que le obligó a sustituir la ya ineficaz "guerra rápida" por operaciones lentas y metódicas de gran alcance. Los nacionalistas incrementaron los pedidos de intervención de la moderna aviación alemana, denominada “Legión Cóndor”, que logró capitalizar varios éxitos militares sin exponerse a ningún riesgo. Su influencia en el Estado Mayor español aumentó considerablemente, a costa de reconocer el esfuerzo en el campo de batalla de los italianos, cuya sangre corría cada día por la agreste cordillera cantábrica. El bombardeo de Guernica por parte de la Legión Cóndor del despiadado General Speerle y asistida por la Aviación Legionaria Italiana, fue uno de los actos más atroces y terroristas contra la población civil. Inicialmente, la propaganda republicana exageró el número de víctimas a más de 1600, pero más recientemente, una encuesta de la nueva España democrática ha establecido que las muertes reales pueden haber sido solo unas 200, también gracias al hecho de que la plaza del mercado de la ciudad abarrotada permaneció cerrada en esos días debido a estar demasiado cerca del frente de guerra. Esa triste masacre fue silenciada durante mucho tiempo por las autoridades militares nacionalistas y revelada gracias a las crónicas de los valientes periodistas extranjeros presentes en el lugar, entre ellos Ernst Hemingway y George Orwell. Los combates en los otros frentes y las rivalidades dentro de la República. Para agravar la situación republicana, en mayo de 1937 estalló en Barcelona una contrarrevolución republicano-estalinista (conocida como Las Jornadas de Mayo) que enfrentó a las fuerzas anarquistas asistidas por el PUOM (Partido Unión Obrera Marxista) en cinco días de enfrentamientos y barricadas que produjo más de 500 muertos y un millar de heridos después de que el Gobierno republicano de Madrid sofocara los enfrentamientos enviando unos 10.000 hombres de Asaltos para ayudar a las facciones comunistas y socialistas. Un rumorado accidente aéreo, causado oficialmente por una fuerte tormenta, en el que el general Mola Vidal perdió la vida el 3 de junio de 1937, dio a Franco la oportunidad de realizar operaciones militares con total autonomía. En los primeros días del Alzamiento, el 20 de julio de 1936, otra figura destacada de la rebelión nacionalista y verdadero inspirador del golpe, el general José Sanjurjo Sacanell, murió en un accidente aéreo en Portugal durante el despegue del avión militar pilotado por el coronel Juan Antonio Ansaldo, quien milagrosamente salió ileso. En ese accidente las causas se atribuyeron al excesivo peso de despegue por las pesadas maletas del general que obstinadamente quería llevar consigo todos sus voluminosos uniformes. Aunque el piloto le aconsejó que dejara las maletas en tierra, parece que el general Sanjurjo respondió secamente diciendo que " como futuro Caudillo de España, era imprescindible llevar ropa adecuada ". Tras unas semanas de muy violentos combates y bombardeos, el 18 de junio de 1937 los nacionalistas consiguieron conquistar Bilbao, mientras que las tropas reorganizadas de la CTV pudieron demostrar su audacia y valor al Duce con la batalla de Puerto Escudo, antesala de la rendición de Santander por las fuerzas republicanas. A finales de octubre de 1937, las tropas franquistas completaron la conquista de la región de Asturias, mientras que a principios de diciembre las tropas republicanas obtuvieron una victoria para la reconquista de la ciudad de Teruel, reconquistada después de sólo dos meses por el ejército nacionalista de Franco. La rendición de Barcelona y el final de la Guerra Civil con la caída de Madrid. ILos combates se dirigieron hacia la última zona bañada por el Mediterráneo, para forzar la capitulación de Barcelona mientras tanto golpeada por la artillería de la Marina Real Italiana y por los incesantes bombardeos aéreos italianos y alemanes. En abril de 1938 las tropas franquistas llegaron por primera vez a la costa catalana a la altura de Vinaroz. En octubre de 1938, ante la insistencia de las comunidades internacionales, pero también porque ya el ejército de Franco había logrado su propia autonomía en el vasto territorio ibérico conquistado, Italia decidió repatriar a más de 10.000 hombres de la CTV que habían estado luchando durante 22 meses en un país extranjero, lejos de sus familias. Después del 23 de diciembre de 1938, Franco reorganizó sus contingentes e inició un ataque coordinado desde el frente sur para apoderarse de toda Cataluña. Las fuerzas republicanas, abandonadas por todos los voluntarios soviéticos y por las brigadas internacionales, resistieron enérgicamente durante más de 4 semanas y al final de violentos combates, las tropas franquistas asistidas por contingentes italianos entraron en la capital catalana. Más de 450.000 de soldados republicanos huyeron a Francia que se vio obligada a internarlos en vastos campos de concentración. A finales de febrero de 1939, Francia y Gran Bretaña, en el juego de la diplomacia internacional, optaron por reconocer oficialmente al gobierno del general Franco. Mientras tanto, Madrid seguía en manos de los republicanos que decidieron resistir a pesar de las condiciones claramente desfavorables con el único fin de lograr una "paz honorable". Sin embargo, esta rendición no fue compartida por todo el Consejo de Defensa Nacional en Madrid, dando lugar a una inútil y sangrienta disputa entre miembros de una misma facción que también derivó en la aceptación de una rendición incondicional impuesta el 31 de marzo de 1939 por el inamovible Franco 26 . El destino jugó un papel fundamental para Franco que, sin embargo, fue muy hábil para aprovechar las ventajas que se le ofrecían en el campo: en un principio el "levantamiento" de los generales franquistas debería haber quedado enterrado en la arena entre las dunas de Marruecos, dado que la Armada Real Española no se prestó para transportar a los insurgentes a las costas del sur ibérico, pero la ayuda ofrecida de inmediato por la Alemania nazi y la Italia de Mussolini ofreció la solución decisiva al improvisado plan golpista. Otro grave error de los republicanos fue el de no armar de inmediato a la gente de las ciudades para contrarrestar la toma del poder por los cuarteles militares: en las ciudades donde los obreros y anarquistas se enfrentaron de inmediato a las guarniciones de soldados insurgentes, éstos se rindieron sin oponer mucha resistencia y dejando el terreno bajo control republicano. Por lo mismo, en las capitales donde se creía que los militares no continuaban con su propósito, llevaron a cabo una dura represión contra las autoridades de la ciudad. Finalmente, en los momentos más cruciales del conflicto, los problemas surgidos en Barcelona y Madrid dieron lugar a una guerra civil dentro de la guerra civil, con anarquistas contra comunistas, generando una profunda confusión y pérdida de vidas humanas, en beneficio del Generalísimo. . No es menor el hecho de que sus más fuertes rivales político-militares perecieran en dos accidentes aéreos distintos, dejando así a Franco el camino del éxito libre de cualquier obstáculo. Todos los honores y privilegios fueron para el Generalísimo Franco, Caudillo de la Nueva España, quien supo aprovechar la ayuda enviada por Italia en el momento de su mayor dificultad. Franco también supo prometer y no cumplir. Durante la Segunda Guerra Mundial se declaró "país no beligerante" sin adherirse al eje nazi- fascista, argumentando que su ejército, tras la desastrosa guerra civil, necesitaba tiempo para reorganizarse por completo. En 1941 sólo retribuyó "simbólicamente" a Hitler, enviando unos 47.000 voluntarios (División Azúl) al frente ruso de los que más de 5.000 soldados nunca regresaron a España, frente a los escasos 300 soldados alemanes que cayeron durante los tres años de guerra civil. Al final de la guerra civil española, la Italia fascista nos dejó algunas cifras para reflexionar: más de 3.400 cadáveres de soldados italianos muertos en tierras extranjeras, cientos de viudas y madres sin hijos, 8.500 millones de liras, dos millones de bombas por mano, 105.000 fusiles para uso de 78.800 soldados, 4.000 vehículos, 11.500 toneladas de explosivos arrojados en 5.328 ataques aéreos 27 . Las cifras relativas a la participación italiana en la licitación republicana son escasas e imprecisas, debido a la censura del franquismo y al temor a declarar las identidades de los caídos para evitar repercusiones en sus familias. Sin embargo, se estima que alrededor de 550 italianos murieron ayudando a la Segunda República Española, la mayoría de ellos enterrados de forma anónima en cementerios locales o nunca encontrados o identificados en fosas comunes. Todo esto para demostrar una vez más el altísimo e inútil precio que tuvo que pagar Italia por el orgullo y la vanidad del fascismo de Mussolini. También hay que observar que Franco, gracias al apoyo de Hitler, sin la intervención de Italia, habría podido culminar su golpe de Estado y concluir victoriosamente la guerra civil. Además de las 160.000 víctimas totales del conflicto civil, también hay que considerar los aproximadamente 110.000 muertos a causa de la dura e indiscriminada represión, ejercida mayoritariamente por los franquistas, pero también por los republicanos. Unas 450.000 personas tuvieron que exiliarse en el extranjero para escapar de la despiadada dictadura de Franco, que duró casi 40 años, la más larga de la historia europea moderna. El Mausoleo Italiano de Puerto Escudo y el Memorial de Guerra Italiano de Zaragoza. El régimen franquista y el gobierno fascista de Mussolini utilizaron la monumentalidad de los cementerios de guerra como medio propagandístico de coacción ideológica, exaltando el culto a los mártires de la patria y la capacidad de repetir su gesto extremo y las causas que produjeron estos hechos. Cerca de Puerto Escudo, en la región montañosa de Cantabria a unos 50 km al sur de Santander, se erigió un mausoleo en forma de pirámide en el que debían descansar los cuerpos de 372 soldados italianos caídos en el llamado Frente Norte. De los enterrados, 268 fueron repatriados, mientras que los 104 restantes fueron trasladados en 1975 a la Torre del Osario de Zaragoza28. Este último edificio forma parte de un conjunto arquitectónico utilizado como Monumento Militar y compuesto por una iglesia capuchina dedicada a Sant'Antonio da Padova y una torre de 42 metros (el proyecto original preveía una altura de 72 metros, reducidos a falta de fondos ) en el que se guardan los restos de todos los caídos en la Guerra de España, incluidos también 22 italianos de las Brigadas Internacionales. Iniciado en mayo de 1942, el Santuario fue abierto al público en junio de 1945 en la época posfascista y gestionado por el Ministerio de Defensa italiano, encomendando la tarea de búsqueda y conservación de los cuerpos al prior, Padre Bergamini, capellán militar del momento de la intervención militar italiana en territorio español. 29 Articulo del Alfz. Pil. Carabinieri cpl (r) Giuseppe Coviello Presidente de la Sección en el Extranjero de UNUCI en España _________________________________________________ 18 Periodico ABC Sevilla – 26.02.1937 pag 9 19 Console a Siviglia, Conti, al Ministro degli Esteri, Ciano – Rapporto Segreto 854/46. Siviglia, 9 marzo 1937 20 Dimas Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 131 21 Dimas Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 120-122 22 Dimas Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 1166-167 23 Javier Rodrigo, La Guerra fascista, Alianza Editorial, Madrid, 2016, pag.131 24 Dimas Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 143 25 Javier Rodrigo, La Guerra fascista, Alianza Editorial, Madrid, 2016, pag.143-145 26 Augusto Cantarelli, I nostri nella Guerra Civile di Spagna, Editoria Privata Sassoferrato (AN), 2011, pag 110-111 27 Javier Rodrigo, La Guerra fascista, Alianza Editorial, Madrid, 2016, pag.334 28 Dima Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 247 29 Dima Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 262-270
Pagina  2 Pulse aquí para volver a pagina 1 Pulse aquí para volver a pagina 1 Militari in rotta a Guadalajara Copertina della Domenica del Corriere del Corriere del 1937 Soldati del CTV in marcia in Spagna (Archivio prov. BZ, Fondo Sandri) Miliziani repubblicani in sfilata a Barcelona Ernst Hemingway tra i Repubblicani spagnoli Manifesto di propaganda repubblicana Miliziana Repubblicana Spagnola Manifesto per la vittoria del Generalissimo Franco Mausoleo italiano di Puerto Escudo Sacrario Militare Italiano di Saragozza
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El Agente Consular en Málaga, Cav. Tranquillo Bianchi. En este clima de atrocidades y terror, un personaje providencial, el agente consular italiano Tranquillo Bianchi, montó una pequeña "Schienderlist" enteramente italiana que funcionó tanto con Málaga en manos del "Frente Popular", como cuando las tropas nacionalistas tomaron entrega de la ciudad después del 8 de febrero de 1936. Durante la época republicana, el agente consular Bianchi ocultó al obispo de Málaga con el párroco de San Juan en su propio Consulado. Llamada por radio a un barco mercante italiano ( Silvia Ticovit) , en la madrugada del 20 de septiembre de 1936, hizo transportar en secreto al alto prelado a Tánger acompañado por monseñor de San Juan y otros fieles 9 (entre ellos familiares del general Queipo de Llano), evitando así su incautación y deportación por bandas armadas republicanas 18 . Incluso después de la rendición de Málaga, durante las salvajes operaciones de " limpieza" realizadas por los nacionales, gracias a su conocimiento personal y fortalecido por la gratitud ganada con la fuga del obispo, logró interceder ante las autoridades militares y salvar a cientos de habitantes detenidos de Málaga y condenados a muerte por los tribunales militares de ocupación. El siguiente Informe Secreto del Cónsul de Sevilla Conti dirigido al Ministro de Asuntos Exteriores Ciano, del que se transcribe un extracto, describe con detalle la heroica conducta del Agente Consular Cav. Tranquillo Bianchi a favor de la población oprimida: « continúa en Málaga la represión a elementos comunistas, ejecutada en gran escala y con indiscutible dureza por parte del gobierno nacional. Se basa en medidas sustancialmente sumarias, más por el sistema expedito con que se ejecutan que por el procedimiento, al que la justicia militar se esfuerza por conservar cierta forma externa. Los acusados ​​son en su gran mayoría comunistas activos ~hombres y mujeres~ que no pudieron salir de la ciudad antes de que fuera ocupada por las tropas nacionales y que tienen que responder por delitos en su mayoría muy graves; hay sin embargo, entre de éstos, elementos grises que bajo la amenaza del terror se han dejado imponer y absorber pasivamente por el comunismo imperante. ..omisis…. La pena de muerte se impone no solo por asesinato y violencia, sino también por actos de sabotaje y devastación. Particularmente severa es la represión contra los Guardias Civiles y los Carabineros (correspondientes a nuestra Guardia di Finanza) que habían ofrecido sus servicios al régimen rojo… omissis…. En conjunto, desde la ocupación de Málaga hasta hoy ascenderían los fusilamientos, según las cifras facilitadas por el cav. Bianchi, a más de tres mil. La actuación de este agente consular para conseguir la suspensión de las ejecuciones absorbe la casi totalidad de su actividad diaria. Pude ver visualmente la lamentable escena que se desarrolla todos los días frente a la puerta del hotel donde vive: una multitud de familiares, mujeres, sacerdotes se acercan a él para interceder por los condenados a ser fusilados esa misma noche o al día siguiente. La intervención de Bianchi tiene un carácter más personal y privado y se basa en el indiscutible prestigio del que goza en los círculos locales de Falange, entre los funcionarios subalternos de las administraciones locales y sobre todo entre la población malagueña que no ve mucho en el un representante consular del gobierno italiano, así como, y sobre todo, uno de los primeros "squadristi" del movimiento nacional en Málaga. Lleno de coraje, generoso, desconsiderado, muy sentimental, teatral, Bianchi tiene muchos actos para complacer a los españoles del Sur.En esta manera actua Tranquillo Bianchi que tiene entrada libre en todas las cárceles de Málaga: él va a las secciones de condenados a muerte con una lista de nombres proporcionada por sus numerosos solicitantes y, a menudo, una breve conversación con el subdirector de turno es suficiente para obtener la suspensión provisional de la ejecución. En la noche del 6 de este año, por ejemplo, habiendo sido fusilado cinco minutos antes uno de sus protegidos ~para quien ya había obtenido una sentencia condicional~, Bianchi pudo obtener a cambio la vida de otros dos comunistas, elegidos al azar, que ya estaban literalmente frente al pelotón de fusilamiento. Para esta última «variación» bastaba el consentimiento del propio jefe de pelotón. Al día siguiente, los hechos son comunicernos que informan a sus superiores a través de la lenta y todavía desordenada burocracia judicial, mientras los condenados se trasladan a otra prisión, perpetuando efectivamente su situación un tanto incierta de “suspensión provisional” de ejecución. Como entiende Vuestra Excelencia, esta actuación de Bianchi no cuenta tanto con la adhesión de altas personalidades oficiales, que muy poco demostrarían que aprecian esta intervención directa en el ejercicio de sus poderes, sino que por el contrario actúa de abajo hacia arriba, penetrando entre las mallas y agarrando los agujeros de este singularísimo sistema de administración de justicia, ahora trágicamente y ahora bondadosamente aproximado. Lo cierto es que en este ambiente de revolución se reduce al mínimo el valor ético de la vida humana, de modo que incluso los asuntos graves en los que está en juego son tratados como asuntos ordinarios. Bianchi afirma que de tres mil condenados a muerte logró suspender la ejecución a favor de más de cuatrocientos, lo que representaría un éxito verdaderamente notable. Actúa principalmente bajo el impulso de su sincera emoción sentimental y la ambición de aumentar su popularidad. Sin embargo, sería deseable -en este sentido le di instrucciones precisas- que estas intervenciones suyas fueran más escrupulosamente escrutadas para evitar que caigan a favor de elementos demasiado seriamente disgustados por las autoridades gubernamentales, o que en todo caso no merece la protección fascista. También le aconsejé ser más reservado y abstenerse de expresar públicamente, con exuberante sinceridad, juicios que ofendieran la susceptibilidad de los elementos de gobierno, pudieran debilitar su posición y limitar sus posibilidades de movimiento. Es una lástima, en efecto, que por semejante imprudencia haya comprometido algo su influencia (en otro tiempo tan notable por estar ligada a motivos de gratitud personal) con el general Queipo de Llano. El cav. Bianchi, en un telegrama enviado directamente a Vuestra Excelencia, menciona un posible peligro de graves complicaciones políticas tras la excesiva dureza de la represión y denuncia que, a su juicio, la responsabilidad moral del gobierno fascista... omissis... En cuanto... a la supuesta corresponsabilidad del gobierno fascista en la represión, hay que señalar que en Málaga, donde, entre otras cosas, actualmente sólo hay ocho voluntarios italianos, la opinión pública sabe muy bien que el Gobierno Real se abstuvo de intervenir oficialmente en este campo para evitar cambios de autoridad, y que, si hubo una intervención puramente extraoficial y amistosa a través del trabajo personal de Bianchi, esto tuvo como objetivo limitar los excesos y aconsejar moderación. En definitiva, tengo la impresión de que la represión, indiscutiblemente necesaria en profundidad, ha sido tal vez excesiva. Una vez destruidos todos los núcleos del movimiento subversivo, creo que todavía se salvaría la España Nacional si en Málaga fueran fusilados unos cientos de comunistas menos, que mañana, bajo un gobierno fuerte y comprensivo, podrían ser reabsorbidos paulatinamente…..» 19 . Españoles e Italianos Franco temió inicialmente ver mermado su prestigio militar y se quejó a Mussolini de la conspicua presencia de las milicias italianas, reiterando que su petición de ayuda se limitaba únicamente al envío de aviones, medios de transporte, armas y municiones. El propio Franco se habría quejado de haber encontrado un ejército extranjero en su propio territorio, del que con gusto habría prescindido. Tras el éxito de Málaga, el futuro Caudillo tuvo que cambiar de opinión, también porque la presencia de las tropas de la CTV estaba íntimamente ligada a la donación de medios aéreos y navales concedida por la Italia fascista, que en la primavera de 1937 habría enviado a más de 35.000 hombres bien equipados con un grupo de Artillería de varios calibres y una unidad de Ingenieros. El Ejército del Aire italiano ya contaba con 14 bombarderos, 27 cazas y 21 aviones de reconocimiento con base en los aeropuertos con campos de aterrizaje de tierra de Soria y de Almazàn 20 . El ejército nacionalista español no siempre dio la bienvenida a la presencia masiva de italianos, a veces vistos como un ejército fascista que ocupaba territorio español. Su afán por obtener una victoria relámpago para sumar triunfos y laureles al Duce, llevó al error de juicio tanto del ejército republicano como del franquista. Además, por parte italiana no hubo una visión coherente de la situación real española, sin tener en cuenta la particular geografía y el clima ibérico: la subestimación eufórica de las capacidades bélicas del enemigo fue un grave error que los italianos pagarán muy caro en la campos de batalla para la presuntuosa conquista de Madrid. Las constantes disputas con el Estado Mayor español para imponer sus planes militares, el deseo de ser independientes y autónomos con sus unidades de ataque para poder presumir de triunfos propios para dedicarlos al Duce y a la Italia fascista, instauraron una actitud de desconfianza y molestia entre las altas jerarquías militares nacionalistas españolas. A nivel popular, los soldados italianos fueron objeto de burlas por sus uniformes impecables y elegantes por parte de los camaradas españoles a los que llamaron "señoritos de paseo en suelo español". Los soldados fascistas eran continuamente objeto de burlas por sus "plumas", por sus llamativos uniformes que vestían con ese aire suntuoso de los conquistadores y por rociarse constantemente con colonia. Los compañeros españoles, envidiosos de su elegante porte, se preguntaban: "¿Pero dónde se ha visto un soldado con perfume?". Las condiciones de los militares españoles, tanto nacionalistas como republicanos, eran muy malas y no era raro encontrarse con ellos medio descalzos o con las suelas de los zapatos hechas con cubiertas de neumáticos de camiones y recortadas como zapatillas por los enormes y vetustos cascos militares, sosteniendo enormes y antiguos mosquetes. Todo esto chocaba con la impecabilidad de la indumentaria de los italianos, así como de sus columnas motorizadas y modernos equipos que los hacían destacar frente al atraso y mal estado del ejército nacionalista. A pesar de los rumores goliárdicos, para muchos españoles los italianos eran considerados como personas muy educadas, correctas e impecables en su trato y comportamiento con los habitantes de las zonas que atravesaban, alcanzando altos niveles de confraternización con la población civil. Con las mujeres eran presuntuosos y altivos y hubo numerosos casos de corazones rotos a los que siguieron embarazos de mujeres solteras, cuyo único defecto fue haber creído en las fáciles promesas de estos encantadores italianos. Hay que decir, sin embargo, que muchos de ellos cumplieron su palabra y al final de la guerra se quedaron en España para criar a su propia familia y encontrar un trabajo honesto: prueba de ello son los apellidos italianos que se pueden encontrar en la península ibérica y que proceden de aquellos matrimonios mixtos que supieron transmitir a sus hijos y nietos los recuerdos de las proezas militares en España y su vínculo con la lejana Italia. Lamentablemente también hubo actos de maltrato, acoso y vandalismo entre la población, en su mayoría por la presencia entre las filas de los fascistas de muchos exconvictos y personas sin escrúpulos. 21 . El contrabando de ayuda italiana a la causa republicana española Un aspecto controvertido de la política italiana en el período del conflicto español fue la tolerancia interesada del gobierno fascista del comercio de bienes y productos italianos con el lado republicano. Este tráfico de material no existía oficialmente, pero eso no significaba que no ocurriera con cierta regularidad. El contrabando de materias primas para la industria, elementos y repuestos para la industria bélica, harina, azúcar, representó una fuente de ingresos para la pequeña y media clase muy ligada al fascismo y a la idea de hegemonía militar, pero también económica, sobre el toda la zona mediterránea considerada como una zona más o menos exclusiva. Se justificó que el envío de barcos mercantes a puertos republicanos, además de poder adquirir información sobre la organización de la guerra, también servía como vía de escape por mar para los refugiados que escapaban de la represión republicana, protegidos por la Marina Real Italiana. Sin embargo, es cierto que la mayor parte de este comercio clandestino se realizaba a través de Francia, utilizando los puertos franceses de Marsella o las rutas de conexión a través de los Pirineos. El carácter no oficial de este contrabando "asistido" se confirma en notas e instrucciones del Ministerio de Comunicaciones en las que se aconsejaba a los barcos italianos que potencialmente comerciaran con la República de España que evitaran el puerto marítimo de Marsella donde se realizaban controles con mayor frecuencia y atención. 22 La desastrosa batalla de Guadalajara En marzo de 1937, las tropas nacionalistas franquistas se centraron en la conquista de la capital y decidieron hacerlo por el norte por la ruta Madrid-Zaragoza, encomendando el sector nororiental de Guadaljara a las tropas de la CTV. El comandante en jefe de las fuerzas italianas fue el general Mario Roatta, mientras que el general Bergonzoli recibió el mando de las tropas empleadas en la operación con un total de más de 35.000 hombres (compuestos en su mayoría por milicianos fascistas), 4 escuadrones de tanques ligeros de combate Fiat Ansaldo. , 160 cañones de artillería, 1500 camiones y 4 bandadas de cazas Fiat CR32 para un total de 80 aviones desplegados en los aeropuertos de Soria y de Amazàn 23 . Para los generales italianos esta hubiera sido una oportunidad ineludible de demostrar a los anticuados generales españoles cómo las nuevas tácticas de guerra rápida, combinadas con el valor de las milicias fascistas, podían obtener una victoria rápida, fácil y segura, como la de Málaga. La audaz seguridad del Estado Mayor italiano se basó en análisis y valoraciones erróneos tomadas de las batallas de Málaga, donde el enemigo abandonó el territorio sin entablar una verdadera batalla en campo abierto. Además, la impaciencia de querer finalmente demostrar el valor y el poder de impacto de los propios Departamentos (en realidad carentes de oficiales profesionales y personal militar adecuadamente capacitados) no le dio a los servicios de inteligencia italianos la posibilidad de obtener la información correcta sobre el potencial de guerra del enemigo que ya contaba con el apoyo de las Brigadas Internacional y Mixta (incluida la Brigada Garibaldi formada por voluntarios antifascistas italianos) y una eficiente fuerza aérea republicana equipada con aviones de guerra rusos. Las malas condiciones meteorológicas de aquel inicio de marzo penalizaron aún más a las tropas de la CTV, que todavía vestían uniformes de lona inadecuados para el clima invernal de la sierra ibérica. El día anterior a la batalla, el 7 de marzo, el clima fue descrito como malo, con nieve, lluvia y fuertes v i e n t o s . D u r a n t e días, las tropas se h a b í a n quejado de que no r e c i b í a n c o m i d a c a l i e n t e . M u c h a s u n i d a d e s h a b í a n pasado varios días inmovilizadas en sus vehículos al costado de la carretera intransitable sin guantes de lana ni pasamontañas. En la mañana del 8 de marzo de 1936, la artillería italiana inició la lucha con el martilleo de las posiciones republicanas. La aviación italiana no pudo ser utilizada por la impracticabilidad de las pistas de tierra, lo que no ocurrió con la republicana, desplegada en aeropuertos mejor equipados desde donde despegaba sin dificultad, convirtiéndose en una "as en la manga" para el ejército lealista. Cuando la histeria de la "Guerra Rápida" se manifestó con las órdenes de lanzar vehículos blindados contra posiciones enemigas, la CTV se mantuvo distanciada de las tropas españolas que debían enfrentarse a una niebla gélida con una visibilidad de unos cien metros en la única vía de avance, entre baches y baches en el camino y campos adyacentes llenos de barro y nieve que eran difíciles de cruzar incluso a pie. A pesar de las dificultades del momento, el frente nacionalista avanzó unos 10 kilómetros. Las fuerzas republicanas demostraron una coordinación eficiente y lograron el 12 de marzo bloquear el rápido avance fascista sometiéndolo a condiciones de combate extremadamente duras. Las comunicaciones entre el cuartel general distante a 80 km del área de operación, se vieron comprometidas y retrasaron las órdenes de combate, a veces mal entendidas. Fue un caos total que duró hasta el día 18 cuando Roata ordenó a Bergonzoli que diera la orden de retirada. Fue un caos total: los primeros medios de avance tuvieron que revertir su marcha encontrándose bloqueados y atrapados por las columnas detrás de las cuales en cambio continuaron avanzando. Los aviones rusos comenzaron a apuntar a las columnas italianas en dificultades de movimiento y a ametrallar a los soldados que no encontraban refugio en las desoladas extensiones de la meseta. Al término de la batalla las cifras oficiales hablaban de 340 soldados y 37 oficiales muertos en combate, unos 2000 heridos y 600 desaparecidos, mientras que entre las tropas nacionalistas españolas no hubo bajas. Con la derrota, surgieron serias dudas sobre la eficacia de la CTV y las explicaciones dadas iban desde la renuencia a entrar en batalla de numerosos "hombres de familia" canosos que se alistaban por el atractivo salario, hasta jóvenes voluntarios sin experiencia y sin formación en combate, a la ineptitud de numerosos oficiales subalternos que recibieron sus rangos en base a sus experiencias políticas y laborales anteriores e inútiles. También hay que decir que gracias a las difíciles condiciones ambientales en las que se encontraba la CTV en Guadalajara, muchos voluntarios que llegaban a España, engañados o no, para trabajar como colonos, quedaron exentos de la batalla, acusados ​​de enfermedades crónicas que curiosamente en el momento del alistamiento no fueron declarados. Los episodios de autolesiones para obtener una discapacidad de combate no eran infrecuentes. La batalla de G u a d a l a j a r a marcó un paso importante para la intervención fascista en España y fue el lugar donde los italianos de las dos bandos opuestos se e n f r e n t a r o n directamente en los campos de batalla, con el famoso episodio en el que unas tropas fascistas, al oírles hablar en italiano, confundieron una patrulla de reconocimiento de la Brigada Garibaldi con soldados de la División "Littorio". En una emboscada, las milicias fascistas se atrincheraron en el caserío Ibarra donde Luigi Longo (futuro senador del PCI) con megáfonos exhortó a sus compatriotas a rendirse con las siguientes palabras: “Hermanos, ¿por qué vinisteis a tierra extranjera a asesinar trabajadores? " . A pesar de las invitaciones de los compatriotas de Garibaldi, los fascistas no se rindieron y fueron asesinados en una amarga y dura lucha entre hombres que lucharon en vano por diferentes ideales, pero por una misma Patria. Se dice que tras la derrota italiana, muchos miembros del Estado Mayor de Franco brindaron por la victoria republicana, ya que habían demostrado "que los españoles, aunque fueran republicanos, siempre podían ganar a los italianos". Estos hechos facilitaron la supremacía política de un Franco ambicioso que pensó más en su satisfacción personal y antepuso sus objetivos personales a los estratégicos nacionales, pudiendo planificar mejor una batalla perfectamente coordinada con las ingentes tropas de la CTV y acabando así con la guerra civil cuanto antes con la conquista de Madrid 24 . Si bien las pérdidas en términos de vidas humanas y material bélico dejado en el campo fueron enormes, a nivel militar la tenaz y victoriosa resistencia de los republicanos no cambió la situación entre los dos campos. Una vez que llegaron a Roma las noticias y las valoraciones de la humillante derrota de Guadalajara, las nuevas órdenes no tardaron en ser emitidos. El general Roatta y los comandantes de División fueron destituidos y repatriados. El 15 de abril, el General Bastico fue nombrado Jefe de la CTV y se le unieron hasta ocho generales para la reconstrucción del Cuerpo. El contingente de Carabineros Reales se reforzó con otros 150 efectivos para que pudieran cumplir a cabalidad sus funciones de Policía Militar para evitar cualquier acto de insubordinación o indisciplina. Finalmente, se decidió repatriar a todos aquellos que se consideraban inútiles en los combates, especialmente presentes en la 1a y en la 3a Division de los “Camisas Negras” y del MVSN. El regreso de 2.255 heridos, 2.685 enfermizos y sobre todo la repatriación por motivos disciplinarios, mala aptitud física, profesional y moral de 3.719 hombres, incluidos 171 oficiales, ha supuesto la reincorporación de 1.500 soldados de formación profesional y una reestructuración orgánica de hombres y vehículos de todo el contingente de la CTV 25 . Esto demostró que Italia pretendía continuar el conflicto no como ayuda al ejército de Franco, sino como una tercera entidad beligerante, asumiendo sus propias responsabilidades de mando a pesar de lo prohibido por el "Pacto de No Intervención" de Londres y que por ahora no tenía poder y significado geopolítico. El nuevo objetivo de Mussolini tras la derrota de Guadalajara hubiera sido vengar a los muertos en combate, ahora que los italianos hubieran podido demostrar su valor en la batalla. Operaciones de guerra en el norte de España y la toma de Santander. Los nuevos arreglos llevaron a Franco a abandonar la conquista de Madrid y a idear una ocupación sistemática del territorio nororiental peninsular, lo que le obligó a sustituir la ya ineficaz "guerra rápida" por operaciones lentas y metódicas de gran alcance. Los nacionalistas incrementaron los pedidos de intervención de la moderna aviación alemana, denominada “Legión Cóndor”, que logró capitalizar varios éxitos militares sin exponerse a ningún riesgo. Su influencia en el Estado Mayor español aumentó considerablemente, a costa de reconocer el esfuerzo en el campo de batalla de los italianos, cuya sangre corría cada día por la agreste cordillera cantábrica. El bombardeo de Guernica por parte de la Legión Cóndor del despiadado General Speerle y asistida por la Aviación Legionaria Italiana, fue uno de los actos más atroces y terroristas contra la población civil. Inicialmente, la propaganda republicana exageró el número de víctimas a más de 1600, pero más recientemente, una encuesta de la nueva España democrática ha establecido que las muertes reales pueden haber sido solo unas 200, también gracias al hecho de que la plaza del mercado de la ciudad abarrotada permaneció cerrada en esos días debido a estar demasiado cerca del frente de guerra. Esa triste masacre fue silenciada durante mucho tiempo por las autoridades militares nacionalistas y revelada gracias a las crónicas de los valientes periodistas extranjeros presentes en el lugar, entre ellos Ernst Hemingway y George Orwell. Los combates en los otros frentes y las rivalidades dentro de la República. Para agravar la situación republicana, en mayo de 1937 estalló en Barcelona una contrarrevolución republicano-estalinista (conocida como Las Jornadas de Mayo) que enfrentó a las fuerzas anarquistas asistidas por el PUOM (Partido Unión Obrera Marxista) en cinco días de enfrentamientos y barricadas que produjo más de 500 muertos y un millar de heridos después de que el Gobierno republicano de Madrid sofocara los enfrentamientos enviando unos 10.000 hombres de Asaltos para ayudar a las facciones comunistas y socialistas. Un rumorado accidente aéreo, causado oficialmente por una fuerte tormenta, en el que el general Mola Vidal perdió la vida el 3 de junio de 1937, dio a Franco la oportunidad de realizar operaciones militares con total autonomía. En los primeros días del Alzamiento, el 20 de julio de 1936, otra figura destacada de la rebelión nacionalista y verdadero inspirador del golpe, el general José Sanjurjo Sacanell, murió en un accidente aéreo en Portugal durante el despegue del avión militar pilotado por el coronel Juan Antonio Ansaldo, quien milagrosamente salió ileso. En ese accidente las causas se atribuyeron al excesivo peso de despegue por las pesadas maletas del general que o b s t i n a d a m e n t e quería llevar consigo todos sus v o l u m i n o s o s uniformes. Aunque el piloto le aconsejó que dejara las maletas en tierra, parece que el general Sanjurjo respondió secamente diciendo que " como futuro Caudillo de España, era imprescindible llevar ropa adecuada ". Tras unas semanas de muy violentos combates y bombardeos, el 18 de junio de 1937 los nacionalistas consiguieron conquistar Bilbao, mientras que las tropas reorganizadas de la CTV pudieron demostrar su audacia y valor al Duce con la batalla de Puerto Escudo, antesala de la rendición de Santander por las fuerzas republicanas. A finales de octubre de 1937, las tropas franquistas completaron la conquista de la región de Asturias, mientras que a principios de diciembre las tropas republicanas obtuvieron una victoria para la reconquista de la ciudad de Teruel, reconquistada después de sólo dos meses por el ejército nacionalista de Franco. La rendición de Barcelona y el final de la Guerra Civil con la caída de Madrid. ILos combates se dirigieron hacia la última zona bañada por el Mediterráneo, para forzar la capitulación de Barcelona mientras tanto golpeada por la artillería de la Marina Real Italiana y por los incesantes bombardeos aéreos italianos y alemanes. En abril de 1938 las tropas franquistas llegaron por primera vez a la costa catalana a la altura de Vinaroz. En octubre de 1938, ante la insistencia de las comunidades internacionales, pero también porque ya el ejército de Franco había logrado su propia autonomía en el vasto territorio ibérico conquistado, Italia decidió repatriar a más de 10.000 hombres de la CTV que habían estado luchando durante 22 meses en un país extranjero, lejos de sus familias. Después del 23 de diciembre de 1938, Franco reorganizó sus contingentes e inició un ataque coordinado desde el frente sur para apoderarse de toda Cataluña. Las fuerzas republicanas, abandonadas por todos los voluntarios soviéticos y por las brigadas internacionales, resistieron enérgicamente durante más de 4 semanas y al final de violentos combates, las tropas franquistas asistidas por contingentes italianos entraron en la capital catalana. Más de 450.000 de soldados republicanos huyeron a Francia que se vio obligada a internarlos en vastos campos de concentración. A finales de febrero de 1939, Francia y Gran Bretaña, en el juego de la diplomacia internacional, optaron por reconocer oficialmente al gobierno del general Franco. Mientras tanto, Madrid seguía en manos de los republicanos que decidieron resistir a pesar de las condiciones claramente desfavorables con el único fin de lograr una "paz honorable". Sin embargo, esta rendición no fue compartida por todo el Consejo de Defensa Nacional en Madrid, dando lugar a una inútil y sangrienta disputa entre miembros de una misma facción que también derivó en la aceptación de una rendición incondicional impuesta el 31 de marzo de 1939 por el inamovible Franco 26 . El destino jugó un papel fundamental para Franco que, sin embargo, fue muy hábil para aprovechar las ventajas que se le ofrecían en el campo: en un principio el "levantamiento" de los generales franquistas debería haber quedado enterrado en la arena entre las dunas de Marruecos, dado que la Armada Real Española no se prestó para transportar a los insurgentes a las costas del sur ibérico, pero la ayuda ofrecida de inmediato por la Alemania nazi y la Italia de Mussolini ofreció la solución decisiva al improvisado plan golpista. Otro grave error de los republicanos fue el de no armar de inmediato a la gente de las ciudades para contrarrestar la toma del poder por los cuarteles militares: en las ciudades donde los obreros y anarquistas se enfrentaron de inmediato a las guarniciones de soldados insurgentes, éstos se rindieron sin oponer mucha resistencia y dejando el terreno bajo control republicano. Por lo mismo, en las capitales donde se creía que los militares no continuaban con su propósito, llevaron a cabo una dura represión contra las autoridades de la ciudad. Finalmente, en los momentos más cruciales del conflicto, los problemas surgidos en Barcelona y Madrid dieron lugar a una guerra civil dentro de la guerra civil, con anarquistas contra comunistas, generando una profunda confusión y pérdida de vidas humanas, en beneficio del Generalísimo. . No es menor el hecho de que sus más fuertes rivales político-militares perecieran en dos accidentes aéreos distintos, dejando así a Franco el camino del éxito libre de cualquier obstáculo. Todos los honores y privilegios fueron para el Generalísimo Franco, Caudillo de la Nueva España, quien supo aprovechar la ayuda enviada por Italia en el momento de su mayor dificultad. Franco también supo prometer y no cumplir. Durante la Segunda Guerra Mundial se declaró "país no beligerante" sin adherirse al eje nazi-fascista, argumentando que su ejército, tras la desastrosa guerra civil, necesitaba tiempo para reorganizarse por completo. En 1941 sólo retribuyó "simbólicamente" a Hitler, enviando unos 47.000 voluntarios (División Azúl) al frente ruso de los que más de 5.000 soldados nunca regresaron a España, frente a los escasos 300 soldados alemanes que cayeron durante los tres años de guerra civil. Al final de la guerra civil española, la Italia fascista nos dejó algunas cifras para reflexionar: más de 3.400 cadáveres de soldados italianos muertos en tierras extranjeras, cientos de viudas y madres sin hijos, 8.500 millones de liras, dos millones de bombas por mano, 105.000 fusiles para uso de 78.800 soldados, 4.000 vehículos, 11.500 toneladas de explosivos arrojados en 5.328 ataques aéreos 27 . Las cifras relativas a la participación italiana en la licitación republicana son escasas e imprecisas, debido a la censura del franquismo y al temor a declarar las identidades de los caídos para evitar repercusiones en sus familias. Sin embargo, se estima que alrededor de 550 italianos murieron ayudando a la Segunda República Española, la mayoría de ellos enterrados de forma anónima en cementerios locales o nunca encontrados o identificados en fosas comunes. Todo esto para demostrar una vez más el altísimo e inútil precio que tuvo que pagar Italia por el orgullo y la vanidad del fascismo de Mussolini. También hay que observar que Franco, gracias al apoyo de Hitler, sin la intervención de Italia, habría podido culminar su golpe de Estado y concluir victoriosamente la guerra civil. Además de las 160.000 víctimas totales del conflicto civil, también hay que considerar los aproximadamente 110.000 muertos a causa de la dura e indiscriminada represión, ejercida mayoritariamente por los franquistas, pero también por los republicanos. Unas 450.000 personas tuvieron que exiliarse en el extranjero para escapar de la despiadada dictadura de Franco, que duró casi 40 años, la más larga de la historia europea moderna. El Mausoleo Italiano de Puerto Escudo y el Memorial de Guerra Italiano de Zaragoza. El régimen franquista y el gobierno fascista de Mussolini utilizaron la monumentalidad de los cementerios de guerra como medio propagandístico de coacción ideológica, exaltando el culto a los mártires de la patria y la capacidad de repetir su gesto extremo y las causas que produjeron estos hechos. Cerca de Puerto Escudo, en la región montañosa de Cantabria a unos 50 km al sur de Santander, se erigió un mausoleo en forma de pirámide en el que debían descansar los cuerpos de 372 soldados italianos caídos en el llamado Frente Norte. De los enterrados, 268 fueron repatriados, mientras que los 104 restantes fueron trasladados en 1975 a la Torre del Osario de Zaragoza28. Este último edificio forma parte de un conjunto arquitectónico utilizado como Monumento Militar y compuesto por una iglesia capuchina dedicada a Sant'Antonio da Padova y una torre de 42 metros (el proyecto original preveía una altura de 72 metros, reducidos a falta de fondos ) en el que se guardan los restos de todos los caídos en la Guerra de España, incluidos también 22 italianos de las Brigadas Internacionales. Iniciado en mayo de 1942, el Santuario fue abierto al público en junio de 1945 en la época posfascista y gestionado por el Ministerio de Defensa italiano, encomendando la tarea de búsqueda y conservación de los cuerpos al prior, Padre Bergamini, capellán militar del momento de la intervención militar italiana en territorio español. 29 Articulo del Alfz. Pil. Carabinieri cpl (r) Giuseppe Coviello Presidente de la Sección en el Extranjero de UNUCI en España _________________________________________________ 18 Periodico ABC Sevilla – 26.02.1937 pag 9 19 Console a Siviglia, Conti, al Ministro degli Esteri, Ciano – Rapporto Segreto 854/46. Siviglia, 9 marzo 1937 20 Dimas Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 131 21 Dimas Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 120-122 22 Dimas Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 1166-167 23 Javier Rodrigo, La Guerra fascista, Alianza Editorial, Madrid, 2016, pag.131 24 Dimas Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 143 25 Javier Rodrigo, La Guerra fascista, Alianza Editorial, Madrid, 2016, pag.143-145 26 Augusto Cantarelli, I nostri nella Guerra Civile di Spagna, Editoria Privata Sassoferrato (AN), 2011, pag 110-111 27 Javier Rodrigo, La Guerra fascista, Alianza Editorial, Madrid, 2016, pag.334 28 Dima Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 247 29 Dima Vaquero Pelaéz, Credere, obbedire, combattere, Mira Editores, Zaragoza, 2007, pag 262-270
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